La arquitectura mesopotámica se desarrolló en las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, que incluyen a los sumerios, asirios y babilonios. Algunas de las características más importantes de la arquitectura mesopotámica incluyen:
Utilización de la arcilla como material principal: Los edificios mesopotámicos se construyeron principalmente con adobe (arcilla cocida) y ladrillos crudos.
Ziggurat: Es una estructura piramidal con terrazas escalonadas que se utilizaba como templo religioso.
Casas de planta rectangular: La mayoría de las casas eran de planta rectangular con un patio central y una serie de habitaciones alrededor.
Palacios: Los palacios eran impresionantes edificios con salones grandes, estancias privadas y jardines.
Arcos y bóvedas: Los arcos y bóvedas aparecieron por primera vez en la arquitectura mesopotámica, permitiendo la construcción de edificios más grandes y espaciosos.
Decoración: Los edificios mesopotámicos solían estar decorados con relieves y esculturas que representaban a dioses y reyes.
Sistemas de alcantarillado: Los mesopotámicos también desarrollaron sistemas de alcantarillado y canalización para el manejo de aguas residuales y pluviales.
En resumen, la arquitectura mesopotámica se caracterizó por su uso de arcilla como material principal, su arquitectura religiosa y palaciega, la aparición de arcos y bóvedas, su decoración y su sistemas de alcantarillado.