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Nuestra experiencia en Morella comenzó con un intrigante recorrido histórico por la ciudad. Aunque la oficina de turismo ofrece visitas guiadas, decidimos explorarla con un guía local, lo que nos brindó flexibilidad y conocimientos locales. Puedes consultar los horarios y tarifas de las visitas guiadas si prefieres esa opción.
Comenzamos siguiendo la ruta típica que muchos visitantes toman al explorar Morella, la misma que experimentamos en nuestra visita guiada. No te preocupes, ¡no te perderás!
La silueta de Morella desde la distancia es impresionante, especialmente con la nieve que cubría la ciudad durante nuestra visita. La imagen de Morella rodeada por sus murallas, que se extienden por más de dos kilómetros y tienen seis puertas, mientras se alza majestuosamente hacia su castillo en la colina, es verdaderamente icónica y cautivadora. Para disfrutar de esta vista, recomendamos la carretera que conecta Morella con Forcall, donde la ciudad se alza majestuosamente como si estuviera en constante ascenso.
Además, debido a la magia de la tecnología GPS, también exploramos Morella desde otra perspectiva al dirigirnos a Cinctorres. Desde aquí, tuvimos una vista completamente diferente de la ciudad, esta vez desde arriba.
El Museo Tiempo de Dinosaurios en Morella es un recordatorio de que esta región fue una vez el hogar de diversas especies de dinosaurios, como el iguanodón, el polacanthus, el hypsilophodon y el neotetanurs, hace millones de años.
El Ayuntamiento de Morella, aunque gran parte de la estructura data del siglo XIV, alberga un edificio del siglo XV que esconde un tesoro histórico. Aquí se reunieron en 1414 tres figuras prominentes: el rey Fernando I de Aragón, San Vicente Ferrer y Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna. Intentaron poner fin a un cisma religioso, aunque sus negociaciones no tuvieron éxito. En la sala del consejo del ayuntamiento, se exhibe la «cruz de las tres cabezas coronadas» en memoria de este evento histórico. Además, las inclinaciones de las casas y el gran contrafuerte exterior son detalles interesantes que destacan al explorar Morella.
El Carrer d’En Blasco d’Alagó, con sus soportales, es un rincón pintoresco que sobrevive desde el siglo XIV. Si visitas en domingo o jueves, encontrarás un mercado bajo estos soportales, donde los puestos se refugian de las inclemencias del tiempo. Además, puedes disfrutar de las terrazas de bares y restaurantes bajo los porches durante estos días.
La Iglesia de Santa María la Mayor de Morella, declarada Bien de Interés Cultural en 1931, es una joya arquitectónica. Destaca por su curiosa disposición de puertas en el mismo lado debido a su construcción sobre la roca que sustenta el castillo. Las puertas, llamadas la Puerta de los Apóstoles y la Puerta de las Vírgenes, tienen una historia intrigante. El coro «flotante» en su interior y las estatuas de los apóstoles son puntos destacados, aunque una de las estatuas falta, robada hace más de medio siglo. No te pierdas la escalera con sus detallados relieves y un enigmático león con rostro humano.
El Museo Arciprestal, a la izquierda del altar, exhibe una impresionante colección de orfebrería, casullas y pinturas. Entre las obras destaca un cuadro de San Pedro Apóstol, posiblemente un retrato del Papa Luna.
Las ruinas del Convento de San Francisco, aunque transmiten una sensación de abandono, aún revelan vestigios de grandeza pasada. La «sala de profundis» con su fresco de la «danza de la muerte» es particularmente impactante. Esta danza representa a todos los estamentos sociales, desde reyes hasta prostitutas, en un baile macabro alrededor de un difunto. También se representa el «árbol de la vida», disparado por la muerte con un arco.
El Castillo de Morella, aunque gran parte de su estructura medieval ha desaparecido, ofrece una vista panorámica impresionante. El acceso actual se encuentra a través del Convento de San Francisco y te lleva a través de su historia desde la época árabe hasta el presente.
A unos 6 km de Morella se encuentran las pinturas rupestres de Morella la Vella, Patrimonio de la Humanidad. Desafortunadamente, debido a la nieve durante nuestra visita, no pudimos acceder a esta área, que requiere reserva previa.
Las festividades en Morella, como las Santantonadas y el Sexenni, son experiencias únicas. La Procesión General del Sexenni, con tapices de papel de seda rizado hechos a mano, es un punto culminante de la celebración que conmemora la intercesión de la Virgen para poner fin a una epidemia de peste en 1672.
La manta morellana, famosa por su artesanía, ha perdido su tradición y ahora se produce en menor escala. La gastronomía de Morella ofrece delicias como la miel, la trufa negra y la cecina, que no debes perderte.
Morella es una ciudad rica en historia, patrimonio y tradiciones que ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable, ya sea explorando sus monumentos, disfrutando de sus festividades o degustando su gastronomía única.