Mona Lisa – Leonardo Da Vinci
Leonardo da Vinci trabajó en su obra maestra durante un período de 20 años. Lo llevó con él a todas partes. La sonrisa enigmática ha capturado la imaginación del mundo. Amo esta pintura porque es muy humana, pero también da una idea del mundo más allá, de lo trascendental.
Creación de Adán – Capilla Sixtina de Miguel Ángel
Michelangelo tardó cuatro años en pintar la Capilla Sixtina. Él escogió escenas del Antiguo Testamento. Este es el momento épico de Dios creando a Adán. Qué tan similar es Dios con el hombre en esta imagen.
Terraza de café por la noche – Vincent Van Gogh
El genio de Vincent Van Gogh es capturado en esta representación atmosférica de la vida del café francés en la noche.
La noche estrellada – Vincent Van Gogh
Muestra la vista desde la ventana orientada al este de su habitación en Saint-Rémy-de-Provence (con la adición de un pueblo idealizado) Ha sido votada como la acuarela más popular.
Reside en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Campo de amapolas – Claude Monet
Claude Monet es uno de los grandes pintores impresionistas. Esta maravillosa escena pastoral captura la esencia de cómo los impresionistas capturaron la belleza y la simplicidad de la naturaleza.
La tormenta en el mar de Galilea – Rembrandt
Rembrandt captura el drama y la emoción de esta escena épica de los Evangelios. Tenga en cuenta su uso eficaz de la luz y la oscuridad para resaltar el drama de la escena.
La joven de la perla – Jan Vermeer
Jan Vermeer fue relativamente desconocido en su vida. Pero este fascinante retrato (algo que recuerda a la Mona Lisa) es un bello ejemplo del estilo barroco.
Baile en el Moulin de La Galette – Jean Renoir
Un destacado impresionista, Auguste Renoir captura el bullicio y la emoción de esta escena al aire libre en París.
Temerario – John Turner
John Turner, un pintor romántico inglés, a menudo se conoce como el «artista de la luz». Esta escena es un ejemplo cautivador de cómo Turner retrató la luz del sol en el mar.
La paloma de la paz – Picasso
La simplicidad de este símbolo de la paz de Pablo Picasso sigue siendo una de las obras de arte más poderosas.
L’Estaque – Paul Cezanne
La Libertad guiando al pueblo – Eugène Delacroix
Esta pintura personifica los ideales románticos de la revolución francesa. El gobierno francés lo compró en 1830, pero se mantuvo privado durante muchos años porque se consideraba demasiado inflamatorio.
La novia judía – Rembrandt
Una pintura de hipnotizante ambigüedad. ‘La novia judía’ pinta una tierna representación del amor humano.