La fiebre del heno suele ser peor y frecuente alrededor de marzo y septiembre, cuando el clima es increíblemente cálido, húmedo y ventoso.
Por lo general, muchas personas confunden los síntomas de la fiebre del heno con un resfriado común, y por una buena razón. Quiero decir, ¿qué vas a pensar si tienes ojos llorosos, ataques de estornudos y congestión nasal? Sin embargo, la fiebre del heno tiene un par de síntomas que la revelan, como el derrame en el oído medio (dolores de oído), hinchazón de los cornetes, hinchazón de los párpados, entre otros.
Aquí hay una lista completa de todos los síntomas de la fiebre del heno a tener en cuenta:
- Secreción nasal o congestión nasal
- Ojos rojos llorosos y con picazón
- Dolores de cabeza
- Congestión nasal
- Fatiga y malestar general
- Pérdida del sentido del olfato
- Falta de aire
- Párpados inflamados
- Dolores de oído (derrame en el oído medio)
Experimentar estos síntomas también podría tener un efecto muy negativo:
- Mala calidad del sueño
- Síntomas de asma
- Conjuntivitis alérgica
- Infecciones del oído (especialmente en niños)
- Mala calidad de vida en general