Uno de los propósitos principales de la estrategia y los formuladores de la estrategia es comprender los objetivos más amplios de la organización y al mismo tiempo organizar la fuente de los recursos que se pueden utilizar para alcanzar esos objetivos. Las personas que participan en la estrategia tienen el papel de influir en los recursos con un alto nivel de comprensión de cómo se pueden combinar las tácticas para lograr objetivos específicos.
Las tácticas implican la capacidad de utilizar los recursos proporcionados para lograr unidades específicas del objetivo principal de la organización. Las personas en el área táctica saben acerca del uso de los recursos limitados proporcionados por los estrategas para lograr los objetivos establecidos.
Dado que las personas tanto en la formulación de estrategias como en los niveles de implementación táctica tienen sus roles que desempeñar en relación con el desarrollo de la organización, cada jugador es responsable de sus acciones.
Las personas a nivel de estrategia, son en su mayoría gerentes y directores de la organización.
Por otro lado, las personas que implementan tácticas, que son los supervisores y los gerentes de línea, son responsables de los recursos específicos asignados a ellos o incluso del fracaso para alcanzar las metas y objetivos establecidos.