El pensamiento divergente explora varias direcciones externas que pueden conducir a una solución, mientras que el pensamiento convergente es bastante lineal y se centra internamente en la solución más fuerte.
La divergencia se centra en ideas únicas o productos originales, mientras que la convergencia considera la utilización de técnicas anteriores.
El pensamiento convergente busca encontrar la respuesta definitiva. Por otro lado, el pensamiento divergente ve las respuestas posibles como ilimitadas.
El pensamiento convergente ve lados fijos; algo es negro o blanco. Sin embargo, el pensamiento divergente ve los conceptos de manera menos rígida; Considera las áreas grises y perspectivas menos ciertas de las soluciones.
El pensamiento convergente es más efectivo en las tareas de toma de decisiones, mientras que se necesita un pensamiento divergente para determinar las opciones probables.
Los estudios muestran que las personas que están abiertas a nuevas experiencias y extrovertidas a menudo emplean pensamientos divergentes. Esto implica que los que se sienten más cómodos con lo que les resulta familiar y los que son introvertidos suelen practicar el pensamiento convergente.
Curiosamente, la investigación relacionó el pensamiento divergente con estados emocionales positivos, mientras que el pensamiento convergente se asoció con estados de ánimo negativos. Es más probable que genere varias ideas cuando esté de buen humor, ya que se vuelve menos crítico y aprecia diferentes puntos de vista.
En el pensamiento divergente, las respuestas múltiples son de igual valor. Por el contrario, el pensamiento convergente dicta que debe haber una respuesta determinada con el valor más alto.
El pensamiento divergente favorece las ideas intrincadas, mientras que el pensamiento convergente fomenta conceptos sólidos y claros.
Los pensadores divergentes se arriesgan más con sus ideas aventureras, ya que a menudo les gusta experimentar e ir en contra de la corriente. Por otro lado, los pensadores convergentes tienden a estar en el lado más seguro al considerar principalmente las opciones probadas.
En comparación con sus contrapartes convergentes, los pensadores divergentes tienden a ser más curiosos, ya que tienen una serie de preguntas y reflexionan sobre ideas de gran alcance y en profundidad.
Dado que el pensamiento divergente se asocia principalmente con el arte, estimula principalmente el hemisferio derecho del cerebro. En cuanto al pensamiento convergente, generalmente está relacionado con la lógica que generalmente se procesa en el hemisferio izquierdo.
El pensamiento divergente favorece la cantidad sobre la calidad en el sentido de que su objetivo principal es producir tantas ideas como sea posible. Por el contrario, el pensamiento convergente apoya la calidad sobre la cantidad, ya que pretende determinar la mejor idea.