La bomba atómica es un dispositivo devastador que puede matar a millones de personas de una sola vez y puede nivelar una ciudad entera en segundos, sin tener en cuenta los años de radiación radiactiva que deja atrás.
Una de las bombas atómicas más grandes desarrolladas tiene el poder de destrucción de hasta 500 kilotones de TNT. Mientras que una bomba atómica es mala, una bomba de hidrógeno es aún peor. Es capaz de causar mucho más daño que una bomba atómica. La bomba de hidrógeno más poderosa desarrollada hasta la fecha tiene un rendimiento de explosión de 15,000 kilotones, que es mil veces peor que la primera bomba atómica. Técnicamente hablando, no hay límite para la explosión de una bomba de hidrógeno, lo que la hace aún más peligrosa.
Ambos son tipos de armas nucleares, también conocidas coloquialmente como armas de destrucción masiva. Ambos son capaces de gran destrucción; sin embargo, difieren en la forma en que reaccionan para provocar dicha destrucción.
La bomba atómica es un tipo de arma nuclear basada en la fisión, utiliza una reacción de fisión para generar calor y energía.
La bomba de hidrógeno, por otro lado, utiliza una reacción de tipo fusión. También se les conoce comúnmente como armas termonucleares.