Una de las principales diferencias entre el glaucoma y la catarata es que la catarata se produce principalmente en la vejez, mientras que el glaucoma es una enfermedad que puede ocurrir a cualquier edad, aunque principalmente afecta a personas mayores.
A medida que envejecemos, los lentes de nuestros ojos tienden a volverse más gruesos y descoloridos. Esto se conoce como catarata, mientras que el glaucoma es una condición que ocurre cuando hay daño en el nervio óptico, que es comúnmente causado por el aumento de la presión en el ojo.
El glaucoma conduce a una pérdida de visión lenta en los ojos. Puede ocurrir en uno o ambos ojos, aunque no se propaga de un ojo a otro. En esta condición, hay un daño lento en el nervio óptico que hace que la persona pierda inicialmente la visión periférica. El glaucoma no tratado conducirá eventualmente a la pérdida total de la visión.
Es difícil diagnosticar inicialmente el glaucoma, ya que el paciente no lo puede detectar hasta que comienza a perder la visión periférica. Antes de eso, prácticamente no hay síntomas que indiquen al paciente que pueden padecerlo, tampoco dolor. Por lo tanto, la detección temprana es clave en los casos de glaucoma, ya que se pueden tomar medidas para limitar la pérdida de visión en los ojos. Una vez que el daño al nervio óptico se ha extendido, no se puede revertir. Sin embargo, se pueden realizar tratamientos para disminuir o limitar la pérdida de visión.
En las cataratas los lentes de los ojos tienden a nublarse y la visión se vuelve borrosa. Los lentes de los ojos están formadas por proteínas, sin embargo, con el tiempo, las proteínas tienden a agruparse, reduciendo así la luz que pasa a través de los ojos y reduciendo la visión.
Ciertos factores, como fumar o ya tener diabetes o glaucoma, pueden aumentar el riesgo de desarrollar cataratas.
El síntoma más notable de las cataratas es la visión nublada. Los pacientes también pueden experimentar visión doble, deslumbramiento o halos. También pueden tener problemas para ver el color. Sin embargo, si estas condiciones empeoran lo suficiente como para interrumpir la vida cotidiana, entonces se puede optar por una cirugía para reemplazar los lentes nublados con lentes de plástico transparente, lo que permitirá que la luz pase de nuevo al ojo y mejore la visión.