Los reptiles evolucionaron a partir de anfibios de cuatro patas hace 350 millones de años, durante el período Carbonífero. El cambio de anfibios a reptiles tempranos implicó ganar piernas, pulmones y huevos de cáscara dura.
Todo esto significaba que los primeros reptiles ya no estaban atados al agua, podían moverse y reproducirse en tierra.
Los reptiles primitivos se dividen en varias ramas. Algunos eventualmente se convertirían en los reptiles que conocemos hoy en día, como serpientes, lagartos y tortugas. Otros se convertirían en mamíferos. Otras ramas como los plesiosaurios no sobrevivirían a los diversos eventos de extinción que más tarde ocurrirían en el mundo.
Un grupo de los primeros reptiles fueron los archosaurios. La palabra «archosaurs» significa «reptiles gobernantes».
Un ejemplo de un archosaurio es el Erythrosuchus, un reptil que comía carne que medía alrededor de 5 metros de largo.
Los archosaurios se dividieron en dos ramas principales. Una de ellas fue la de los antepasados de los cocodrilos y caimanes de hoy en día.
La otra rama principal de archosaurio fue el Avemetatarsalians. Esta es la rama que daría lugar a los dinosaurios (y también a los pterosaurios, los reptiles voladores).