Las personas con agorafobia temen lugares amplios y con frecuencia poblados, como parques de atracciones y aeropuertos. Por otro lado, las personas con claustrofobia temen los espacios confinados que a menudo restringen los movimientos como los escáneres de resonancia magnética, los baños públicos y los ascensores.
«Ágora» es una palabra griega que se traduce como «lugar de reunión» o «mercado», mientras que «claustrum» es una palabra latina que significa «espacio cerrado».
En comparación con la agorafobia, la claustrofobia está más estrechamente relacionada con los procedimientos médicos, ya que los claustrofóbicos temen a los escáneres de IRM y las cámaras de oxígeno hiperbárico. Algunos también pueden sentir ansiedad marcada cuando se someten a procedimientos de rayos X.
La claustrofobia está más preocupada por el tamaño de la habitación, en cambio los agorafóbicos, tienen en cuenta la población, ya que no se sienten cómodos con las multitudes.
La agorafobia está más estrechamente relacionada con el trastorno de pánico, ya que la ansiedad anticipada de tener que estar con varias personas provoca ataques de pánico.