La meditación involucra principalmente a la mente consciente y subconsciente, mientras que el sueño cubre principalmente el subconsciente e inconsciente. En comparación con dormir, generalmente es más fácil cambiar de un estado meditativo a una conciencia normal de vigilia.
Se recomienda tener entre 7-8 horas de sueño cada día, mientras que la meditación puede durar unos minutos (generalmente 30 minutos) y algunos lo hacen durante varias horas.
Los practicantes deben seguir instrucciones o someterse a un entrenamiento antes de poder dominar las técnicas de meditación o los pasos de un determinado tipo. Sin embargo, el sueño es simplemente un instinto para la necesidad del cuerpo de descansar y recuperarse.
Ciertas posturas pueden ser necesarias para algunos tipos, como las meditaciones Zen, Védicas y Yóguicas. En cuanto al sueño, no hay posturas estrictamente necesarias para lograrlo.
Hay mucha concentración involucrada en la meditación, ya que el practicante debe prestar atención a su respiración y tratar de lograr un estado cognitivo distinto. Por el contrario, el sueño suele ser algo natural para las personas con menos esfuerzo.