El catolicismo romano, la religión predominante, es la religión oficial del estado; sin embargo, la constitución garantiza la libertad religiosa y este derecho es generalmente respetado en la práctica. Alrededor del 69% de la población es nominalmente católica romana. Sólo alrededor del 40% de los católicos romanos son miembros activos. Alrededor del 18% de la población pertenece a otras iglesias cristianas. De estas iglesias, las principales denominaciones protestantes incluyen metodistas, bautistas, evangélicos, episcopales, mormones, testigos de Jehová y adventistas del séptimo día. Hay pequeñas comunidades de cuáqueros, menonitas y Beechy Amish. Otras religiones incluyen el judaísmo, el Islam, el taoísmo, Hare Krishna, cienciología, Tenrikyo y bahaísmo.

En representación de la religión oficial del estado, la Iglesia Católica Romana disfruta de algunos privilegios que no se otorgan automáticamente a otras organizaciones religiosas. Por ejemplo, los matrimonios católicos son reconocidos automáticamente por el estado. Las parejas de otras religiones deben tener matrimonios legalizados a través de una unión civil. Las fiestas católicas se celebran como fiestas públicas. El gobierno no impone ninguna restricción importante a las actividades de los grupos no católicos.