La esperanza de vida del dálmata es de once a catorce años aproximadamente.
Dos problemas de salud importantes asociados con los dálmatas son la sordera y los cálculos renales. Este último ocurre cuando aparecen piedras en la vejiga o el riñón y provoca molestia o dolor al orinar.
Si bien la mayoría de las camadas no contienen cachorros sordos, hasta un 12% de todos los dálmatas adultos se vuelven sordos en algún momento de su vida. Esto se debe a la genética, la mala reproducción y, en la mayoría de los casos, la edad.
Esta raza no se desempeña bien en condiciones climáticas extremas y es propensa a los hongos de la hierba y la humedad, así como de las garrapatas y pulgas.