A menudo es fácil confundir imaginación y fantasía con lo mismo o incluso con cosas similares. Sin embargo, estos son completamente diferentes entre sí pero muy relacionados.

La imaginación se define en el diccionario de psicología como «la reorganización de datos derivados de experiencias pasadas, con nuevas relaciones, en la experiencia ideacional presente». Esto significa que la imaginación se basa a menudo en experiencias reales o en la experiencia de una persona con su propia realidad. Es seguro decir que la imaginación es la forma en que uno ve el mundo. Para algunos puede ser que el vaso esté medio lleno, mientras que para otros puede estar medio vacío. A menudo es una recreación del mundo.

Entonces, si a uno se le pide que cierre los ojos y describa un lugar, volverían a crear una imagen en su cabeza acerca de su mundo perfecto y esto sería imaginación.

La imaginación es parte de la vida cotidiana, los sueños del día incluyen imaginaciones, las ideas y pensamientos salvajes también pueden incluir la imaginación y puede llegar a ser una forma exagerada de realidad. Es la síntesis de imágenes mentales en nuevas ideas.

Existe una la línea fina que divide la imaginación y la fantasía ya que la imaginación es la clave que conduce a la fantasía. La fantasía es definida por el Merriam Webster Dictionary como, «algo que es producido por la imaginación: una idea sobre hacer algo que está muy alejado de la realidad normal». Por lo tanto, la imaginación es lo que lleva a crear una fantasía. La fantasía también se puede definir como una rama de la ficción que trata sobre lo sobrenatural, como la magia, las leyendas, los mitos, los superpoderes, etc.

Una manera simple de distinguir entre los dos es que la imaginación el poder de la mente para formar representaciones mentales de un pensamiento, concepto, sueño o símbolo, mientras que la fantasía es un subproducto irreal de esa imaginación.