Una infección es un proceso en el cual patógenos como bacterias, virus y hongos entran al cuerpo y se adhieren a las células. Estos organismos tienen la capacidad de causar enfermedades, sin embargo, en muchos casos, la persona no se enferma con ellos. Un organismo que causa una infección se conoce como un agente infeccioso.
Los organismos que son capaces de causar enfermedades se encuentran en todas partes. Se pueden encontrar en el aire, el agua, los alimentos, etc. Los medios de transmisión de una infección pueden ser por la sangre, el aire, el contacto, etc.
Las infecciones son generalmente leves y muchas veces no requieren ningún tratamiento médico serio. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de efectos a largo plazo y, por lo tanto, cada infección debe controlarse como si fuera una infección grave.
La sepsis es una complicación grave de una infección. Es capaz de afectar a todo el cuerpo, incluidos los órganos. Puede ser causada por infecciones virales o fúngicas.
La sepsis es una reacción del cuerpo a una infección. Generalmente se asocia con sepsis severa o shock séptico, y por lo tanto se toma muy en serio. Es una situación potencialmente mortal ya que el cuerpo trata de responder a la infección lesionando tejidos y órganos.