El ejercicio aeróbico es un ejercicio físico que suele ser de baja intensidad y puede mantenerse durante largos períodos de tiempo. La intensidad de estos ejercicios debe tener la frecuencia cardíaca entre 60% y 85%.
Por otro lado, los ejercicios anaeróbicos son ejercicios físicamente intensos que desencadenan la formación de ácido láctico. Estos son intensos y solo pueden durar poco tiempo, es decir, de unos pocos segundos a un par de minutos. Los ejercicios anaeróbicos se usan a menudo para entrenar el metabolismo de los atletas en deportes de resistencia, donde se requieren breves ráfagas de energía y velocidad. Por ejemplo, en la pista, un corredor mantiene la misma velocidad hasta que está a punto de aproximarse a la meta y tiene que aumentar su velocidad.