Un ser humano posee dos tipos de juegos de dientes en toda una vida: los dientes primarios y los permanentes. Los dientes primarios también se conocen como dientes de leche. Estos dientes son los primeros juegos de dientes y son veinte en número (10 en cada mandíbula). Estos dientes comienzan a aparecer desde la edad de seis meses y generalmente continúan apareciendo hasta los tres años de edad. Estos dientes ayudan a retener el espacio que luego es ocupado por dientes permanentes.
Los dientes primarios se pueden dividir en tres categorías en cada mandíbula: cuatro incisivos, dos caninos y cuatro molares. La edad de seis a doce años está marcada por la pérdida de los dientes de leche y la obtención de dientes permanentes. Este período de tiempo también se conoce como detención mixta. Los dientes permanentes entran en erupción a través de la encía y gradualmente los 20 dientes primarios son reemplazados por 32 dientes permanentes, incluyendo 16 en cada mandíbula.
Los dientes permanentes entran en erupción justo debajo de las raíces de los dientes de leche y cuando un diente deciduo se prepara para caer, su raíz comienza a disolverse. Los dientes permanentes también se conocen como dientes adultos o segundos. Los dientes permanentes consisten en 4 terceros molares (también llamados muelas del juicio), 4 segundos molares, 4 primeros molares, 4 segundos bicúspides, 4 primeros bicúspides, 4 cúspides, 4 incisivos laterales y 4 incisivos centrales.
Los dientes primarios o dientes de leche son más pequeños en tamaño y dimensiones de la corona. Los dientes primarios también son de color más claro y el diámetro bucolingual de los dientes molares primarios también es menor que en comparación con los dientes permanentes.
Las coronas primarias son más anchas en la dimensión mesial a distal que la longitud de la corona de los dientes permanentes. El esmalte y la dentina son más delgados en los dientes de leche. También hay una diferencia en la forma. Las cúspides en los dientes deciduos son más puntiagudas y la corona es bulbosa, mientras que en los dientes permanentes, las cúspides son contundentes y la corona no es bulbosa.