La inversión se refiere a la cantidad invertida en la compra de activos financieros. La inversión se realiza para obtener un buen rendimiento objetivo durante un período específico de plazo. Los rendimientos objetivos pueden ser en cualquiera de las formas, como un aumento en el valor de los activos o valores. También puede referirse a un ingreso regular obtenido de valores o activos. Existen diferentes tipos de inversiones como la autónoma, inductiva, financiera, real, planificada, no planificada, bruta y neta.
La inversión bruta se refiere a la cantidad invertida en la compra o construcción de nuevos bienes de capital. La inversión neta también está relacionada con la inversión bruta. Es básicamente una inversión bruta menos la depreciación del capital existente. Esta depreciación está relacionada con algunas inversiones que deben realizarse para reemplazar activos obsoletos o desgastados como plantas y maquinarias.
Visto así, podemos decir que, inversión neta = inversión bruta – depreciación
Si la inversión bruta es mayor que la depreciación durante un período de tiempo, entonces se refiere directamente a que la inversión neta es positiva, lo que implica además que el capital social ha aumentado.
De manera similar, si la inversión bruta es menor que la depreciación, en ese caso la inversión neta tiende a ser negativa y el stock de capital disminuye.
Para entender la diferencia, uno puede considerar este ejemplo: una fábrica comienza el año con 20 máquinas. Compra 5 máquinas. 10 máquinas están gastadas. Ahora, la inversión bruta se refiere a la compra de nuevas máquinas, que son 5, mientras que al final del año, el número total de máquinas en funcionamiento = 20 + 5-4 = 21. Esto lleva a una ganancia real de 21-20 = 1 máquina, lo que refleja la inversión neta.
Por lo tanto, la inversión bruta es el monto total gastado en bienes para producir otros bienes y servicios, mientras que la inversión neta es el aumento en el stock productivo.