Un paladar sofisticado identificará fácilmente la diferencia entre el pavo fresco y el pavo congelado por su sabor. Cuando se trata de las artes culinarias, siempre se recomienda utilizar los ingredientes más frescos posibles para garantizar los mejores sabores y los mejores valores nutricionales. No es diferente cuando se trata de las carnes. El pavo fresco y el pavo congelado difieren principalmente en términos de su frescura, que en última instancia también afecta al sabor.

El pavo fresco tiene una carne más jugosa y sabrosa en comparación con la del pavo congelado, que tiende a secarse a medida que permanece en el congelador. El pavo congelado se puede comprar semanas antes de que deba prepararse. El pavo fresco, sin embargo, debe comprarse el día en que se debe preparar. El pavo fresco se suele alimentar con piensos orgánicos, el pavo congelado se alimenta normalmente con alimentos no orgánicos. El pavo fresco se cría en un entorno donde pueden vagar libremente. El pavo congelado, por otro lado, se cría en un entorno estrechamente monitoreado.