El pastor islandés vive aproximadamente doce años.
Es una raza en general bastante sana, no suele padecer ningún tipo de enfermedad o problema en la salud.
Es un perro robusto y fuerte que requiere de mucha actividad física, así que, es importante que corra al menos una vez al día. Aunque las caminatas por la montaña también son excelente opción para que este canino.
Las orejas deben revisarse constantemente ya que ahí es donde se acumulan las bacterias que más tarde provocaran infecciones.
Las uñas del pastor islandés deben ser recortadas puesto que de ser demasiado largas podrían causarle molestias.
Es importante revisar las almohadillas en sus patas, debido a su gran afición por correr, podrían herirse o agrietarse. Si esto sucede debe acudir de inmediato con su veterinario.