La esperanza de vida del setter irlandés rojo y blanco es de doce a quince años.
Es un perro fuerte pero existen algunos problemas relacionados con esta raza. Estos problemas incluyen:
Obesidad: esta raza tiende a comer en exceso, es por eso que se sugiere alimentarlos 2 o 3 veces al día en porciones pequeñas, en lugar de darles una comida grande.
Epilepsia: ocurre dentro del sistema neurológico, el cerebro lanza descargas que provocan que el perro tenga ataques y reacciones incontroladas. No es un problema grave ya que existen tratamientos que ayudar a reducir el problema en gran escala.
Atrofia progresiva de retina (APR): es un problema degenerativo hereditario que afecta a la retina del perro, lo cual dificulta cada vez más la visión y en la mayoría de los casos conduce a la ceguera. Por lo general afecta a perros domésticos. No existen tratamientos para la APR.
Además de esto, el setter irlandés es propenso a adquirir alergias en la piel, displasia de codo y/o cadera. Si se dejan desatendidos, los oídos pueden ser susceptibles a la otitis, lo que hace que el perro normalmente dócil sea irritable.
Es importante acudir al médico veterinario si nota algún síntoma o molestia en su perro.