La palabra semántica se deriva de la palabra griega «semantikos» que significa mostrar o dar signos. La semántica es el estudio del significado. Cubre muchas áreas de estudio relacionadas con el lenguaje. La semántica ayuda a obtener un sentido del significado en contexto para los oradores, escritores o lectores. También ayuda a saber que los significados cambiaron durante un período de tiempo.
William Frawley define la semántica lingüística como «el estudio del significado literal, descontextualizado, gramatical». La semántica se ocupa del significado conceptual relacionado con las palabras. La semántica no se centra en el contexto, sino que trata el significado de acuerdo con la gramática y el vocabulario. El enfoque es solo en las reglas generales usadas para un idioma.
La pragmática es una disciplina diferente en lingüística a la semántica. La semántica tiene que ver con la cuestión del significado, mientras que la pragmática tiene que ver con las cuestiones de uso. Se trata del aspecto del significado que depende del contexto. La semántica se ocupa de la sugestión de signos. Por otro lado, la pragmática se ocupa de la relación de los signos con sus usuarios e intérpretes.
La pragmática hace uso de tres habilidades principales de comunicación: usar el lenguaje, cambiar el idioma y seguir las reglas.
La semántica se limita a la relación de las palabras a las que se refieren, mientras que la pragmática abarca el estudio de las relaciones entre las palabras, los interlocutores y también el contexto.