En terminología simple, el zodíaco se puede definir como una trayectoria circular que comprende doce segmentos de 30 grados, conocidos como los diversos signos del zodíaco.
A medida que el sol se mueve a lo largo de la eclíptica, pasa por los diversos signos del zodíaco, ocupando cada uno de ellos durante un tiempo. Una persona nacida en un tiempo que es igual a la duración de la ocupación del sol en un signo en particular, caerá bajo ese signo específico de zodíaco. En consecuencia, sus rasgos, hábitos, comportamiento, etc. estarán determinados por este movimiento del sol, que es de lo que se tratan los signos del zodiaco.
El zodiaco también se conoce como el círculo de la vida, por lo que los signos del zodiaco llevan los nombres y representaciones de seres vivos.
Los doce signos del zodiaco son los siguientes: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
La astrología, se remonta al segundo milenio A.C. tiene como objetivo determinar la relación entre los fenómenos astronómicos y los acontecimientos mundanos. En términos más simples, la astrología es el estudio de los cuerpos celestes y sus diversas alineaciones con respecto a los acontecimientos en la vida de una persona.
La predicción de los acontecimientos en la vida de una persona según la interpretación de los ajustes planetarios constituye el núcleo de la astrología. Desde esta perspectiva, la astrología puede entenderse como un análisis calculador sobre la vida de una persona. Esto se debe a que, para que un astrólogo realice una predicción sobre una persona, primero debe calcular la alineación celestial de varios cuerpos celestes como el sol, la luna, las estrellas, etc. en un momento concreto en el futuro.
Razones como estas han llevado a que la astrología sea refutada como un tema académico y teórico. La falta de una explicación fidedigna que corrobore la relación entre los acontecimientos astronómicos y terrestres ha obstaculizado la reputación de la astrología ante los ojos de la ciencia. Sin embargo, la astrología continúa siendo practicada y adquirida por personas de todo el mundo. De hecho, muchos grandes libertarios como Dante Alighieri, Geoffrey Chaucer, Christopher Marlowe y William Shakespeare han hecho referencia a la astrología en sus trabajos.