La diferencia clave entre el sistema circulatorio abierto y el sistema circulatorio cerrado es que en el sistema circulatorio abierto, la sangre y el líquido intersticial se mezclan entre sí, mientras que en el sistema circulatorio cerrado, la sangre y otros líquidos nunca se mezclan entre sí.

Para las funciones normales del cuerpo, y para distribuir nutrientes y otros materiales por todo el cuerpo, la mayoría de los animales requieren tener un sistema circulatorio. Esto podría ser un sistema circulatorio abierto o cerrado. Los organismos más básicos tienen un sistema rudimentario de circulación que está más allá del alcance de este artículo. Los organismos complejos, como los animales y los seres humanos, tienen un sistema circulatorio cerrado o abierto que bombea fácilmente la sangre a todo el organismo y elimina los desechos del cuerpo.

En comparación con el sistema circulatorio cerrado, el sistema circulatorio abierto es menos complejo. Aquí, el corazón bombea sangre a cavidades abiertas desde donde los vasos sanguíneos lo llevan a todas las partes del cuerpo bañando todos los órganos que se interponen en su camino. No hay arterias que aumenten la presión sanguínea y, por lo tanto, estos animales tienen más sangre a baja presión.

Además, los organismos que poseen un sistema circulatorio abierto tienen sangre mezclada con el fluido intersticial. Por lo tanto, llamamos a esta sangre hemolinfa, y esta sangre no es pura como en los organismos que tienen un sistema circulatorio cerrado.

El sistema circulatorio cerrado es uno de los sistemas circulatorios avanzados que poseen los vertebrados y algunos pocos invertebrados. En un sistema cerrado, la sangre permanece dentro de una red de vasos. Por lo tanto, los órganos no se bañan por la sangre a diferencia de los organismos que tienen un sistema circulatorio abierto. El sistema circulatorio cerrado consiste en un corazón y en vasos sanguíneos, como venas, capilares y arterias. Por lo tanto, la sangre nunca se mezcla con otros fluidos. Permanece como sangre pura. Además, el corazón bombea sangre con presión para suministrar a todas las partes del cuerpo.

Tanto el sistema circulatorio abierto como el sistema circulatorio cerrado transportan oxígeno y nutrientes a los órganos y eliminan los desechos.