Zantac (ranitidina) y omeprazol se prescriben para tratar las úlceras pépticas, la enfermedad por reflujo gastroesofágico y la dispepsia, aunque con diferentes modos de acción y con diferentes objetivos.
Una úlcera péptica es la erosión en el revestimiento del estómago o la primera parte del intestino delgado, un área llamada duodeno. Si la úlcera péptica se encuentra en el estómago, se llama úlcera gástrica. La enfermedad por reflujo gastroesofágico es una afección en la que el contenido del estómago (alimento o líquido) se filtra hacia atrás desde el estómago hacia el esófago (el tubo que va de la boca al estómago). Tanto el Zantac como el omeprazol son útiles en estas condiciones al inhibir la producción de ácido gástrico.
Zantac (nombre genérico ranitidina) es un antagonista para el receptor H2 de los receptores de histamina en las células parietales del estómago, lo que resulta en la disminución en la producción del ácido de estas células.
El omeprazol pertenece a la clase de los inhibidores de la bomba de protones. Al inhibir la acción de la bomba de protones, regula directamente la producción de ácido. Debido a la falta de ácido en el estómago y el duodeno, las úlceras sanan más rápido. El omeprazol se administra en forma inactiva. Esta forma inactiva es lipófila por naturaleza y tiene una carga neutra y puede atravesar fácilmente las membranas celulares. En el ambiente ácido de las células parietales, se protona y se convierte en una forma activa.
Sin embargo, farmacológicamente, ambos fármacos tienen diferentes modos de acción, ya que el Zantac actúa sobre los receptores H2, mientras que el omeprazol actúa directamente sobre la bomba de protones.