Para entender la diferencia entre fibra soluble e insoluble, necesitamos saber qué es la fibra. Las frutas y verduras que comemos contienen células vegetales. Las paredes celulares de estas células vegetales se llaman fibras y se introducen dentro de nuestros cuerpos cuando comemos alimentos. Estas fibras son muy beneficiosas para nuestra salud. De hecho, estas fibras son vitales para nuestra salud debido a las funciones que realizan una vez dentro de nuestro estómago.
Las fibras tardan mucho tiempo en ser digeridas por nuestros cuerpos y hay algunos tipos que no se pueden digerir en absoluto y, por lo tanto, son excretadas por el cuerpo. Una función importante de las fibras es liberar gradualmente la glucosa en el torrente sanguíneo. Entonces, en lugar de un aumento en los niveles de glucosa o una caída en los niveles de insulina, tenemos un nivel estable de glucosa. Como los alimentos ricos en fibra tardan más en ser digeridos por el cuerpo, nos sentimos más llenos y reducimos nuestra ingesta de calorías diariamente. Esto implica que las fibras nos impiden subir de peso. Los médicos dicen que un adulto promedio debe consumir de 25 a 38 gramos de fibra diariamente y esta cantidad debe contener fibras insolubles y solubles en una proporción de 3 a 1.
Como sus nombres implican, las fibras solubles se disuelven fácilmente en agua y, por lo tanto, son absorbidas por nuestros cuerpos. Por otro lado, las fibras insolubles son aquellas que no se disuelven en el agua. Como tales, realizan una tarea muy valiosa de prevenir que se pueda bloquear el tracto digestivo. En su lugar, cuando se sumergen en agua se expanden en volumen cubriendo toda la vía digestiva. Los vegetales verdes son una fuente rica de fibras insolubles. Las fibras insolubles previenen el cáncer de intestino, colon y recto. También ayudan en la prevención de enfermedades como el estreñimiento y las hemorroides. Las fibras insolubles también mantienen los niveles de pH dentro de nuestros cuerpos, lo que evita que los microorganismos propaguen los carcinógenos dentro de los cuerpos. La celulosa y la lignina son tipos de fibras insolubles.
Las fibras solubles se disuelven fácilmente en nuestros cuerpos y, por lo tanto, mantienen niveles saludables de azúcar en la sangre. Se encuentran comúnmente en las frutas. Estas fibras también aydan a mantener niveles saludables de colesterol. Las legumbres verdes, los guisantes, las lentejas y los frijoles también son fuentes ricas en fibras solubles.
Mantener un equilibrio entre las fibras solubles e insolubles en nuestro cuerpo ayuda a una mejor absorción de nutrientes y vitaminas, y también ayuda a evitar muchas enfermedades comunes.