La diferencia clave entre la ductilidad y la maleabilidad es que la ductilidad del material sólido es la capacidad de sufrir esfuerzos de tracción sin fracturas o daños, mientras que la maleabilidad de un material es la capacidad de sufrir esfuerzos de compresión sin fracturas ni daños.
La ductilidad y la maleabilidad son dos propiedades que son de gran importancia en la selección de materiales para la construcción y fabricación de productos. Estas propiedades describen la plasticidad de los materiales sólidos. En metales, la ductilidad y la maleabilidad son muy altas debido a su capacidad para soportar grandes cantidades de deformaciones plásticas dentro de la estructura cristalina. Por ejemplo, el platino es el material más dúctil y el oro es el material más maleable.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, la ductilidad y la maleabilidad coexisten. Por ejemplo, la plata y el oro son altamente maleables y dúctiles. Pero en algunos casos la ductilidad es alta, mientras que la maleabilidad es baja o viceversa. Por ejemplo, el plomo y el hierro fundido son altamente maleables, aunque tienen una ductilidad más baja.
La ductilidad y la maleabilidad son dos aspectos del proceso de deformación plástica de los materiales sólidos. Dado que los metales tienen una estructura de cristal y electrones libres para permitir grandes cantidades de dislocaciones, son altamente maleables y dúctiles. La diferencia clave entre la ductilidad y la maleabilidad es que la ductilidad del material sólido es la capacidad de sufrir esfuerzos de tracción sin fracturas o daños, mientras que la maleabilidad de un material es la capacidad de sufrir esfuerzos de compresión sin fracturas ni daños.