Los fertilizantes se componen de macronutrientes como el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Estos son llamados macro nutrientes primarios. También contienen macro nutrientes secundarios como calcio, magnesio y azufre. Otras sustancias en cantidades más pequeñas también están presentes en los fertilizantes como el hierro, el cobre, el boro, el cloro, el manganeso, el zinc y el selenio. Hay varios tipos de fertilizantes disponibles en el mercado que contienen estos macronutrientes en proporciones variables.
Los fertilizantes pueden ser naturales (orgánicos) o sintéticos. Los fertilizantes naturales son aquellos que se derivan de plantas o animales, mientras que los fertilizantes sintéticos son los que se hacen en un laboratorio. Si bien los fertilizantes naturales nunca dañan la calidad del suelo y no dañan el producto, el uso excesivo de fertilizantes sintéticos puede dañar el suelo a largo plazo.
El estiércol no es más que materia orgánica que se utiliza como fertilizante para aumentar el nivel de nutrientes en un suelo. El estiércol de vaca es un abono natural que contiene macro nutrientes y ayuda a las plantas a crecer rápidamente.