El hospicio se puede definir como un programa que proporciona cuidados paliativos y atiende las necesidades emocionales y espirituales de los pacientes con enfermedades terminales en un centro hospitalario o en el hogar del paciente. Este programa involucra pacientes con enfermedades terminales que se espera que vivan 6 meses o menos. La atención al final de la vida, que implica apoyo médico, psicológico y espiritual, es proporcionada por voluntarios y profesionales de la salud. Los cuidadores se centran en paliar el dolor y los síntomas de los pacientes mientras atienden sus necesidades espirituales y emocionales. Estos programas también brindan apoyo a la familia del paciente.
Los hogares de ancianos son residencias para quienes experimentan dificultades para hacer frente a las actividades diarias y requieren atención de enfermería continua. Los residentes de hogares de ancianos generalmente son personas de edad avanzada, sin embargo a veces los jóvenes con discapacidades físicas o mentales y aquellos que se están recuperando de enfermedades o accidentes también pueden ser residentes.
Los servicios prestados pueden variar de un hogar de ancianos a otro. Algunos servicios básicos que ofrecen los hogares de ancianos incluyen alojamiento y comida, cuidado personal (incluida asistencia para ir al baño, vestirse, bañarse), monitoreo de medicamentos, atención de emergencia las 24 horas y actividades sociales y recreativas.