La adulación se puede describir como elogios insinceros y excesivos que se dan con una intención oculta. En otras palabras, es un falso cumplido. Es por eso que cuando se halaga a alguien, generalmente se hace con la intención de obtener lo que se desea. Así, la adulación está motivada por el egoísmo.
Apreciar es reconocer las buenas cualidades de alguien, es siempre sincero y genuino. No está motivado por ningún motivo egoísta oculto, aparte de hacer que la otra persona entienda la gratitud.
A veces es muy difícil identificar la diferencia entre adulación y apreciación. Pero es posible identificar elogios sinceros por el tono, el estado de ánimo y el lenguaje corporal de la persona que lo alaba.