El ácido sulfuroso es un ácido inorgánico débil, que se considera una solución acuosa de dióxido de azufre en agua.

El ácido sulfuroso se encuentra en la naturaleza como intermediario en la formación de lluvia ácida, mediante la reacción del dióxido de azufre con la humedad atmosférica.

El ácido sulfuroso se prepara disolviendo dióxido de azufre en agua. Sin embargo, la reacción es reversible y el ácido se descompone fácilmente en los reactivos.

El ácido sulfuroso y sus sales se utilizan como potentes agentes reductores y desinfectantes. También se utiliza como un agente blanqueador suave para aplicaciones que tienen materiales sensibles al cloro.

El ácido sulfuroso en sí no está disponible comercialmente como agente libre y, por lo tanto, sus peligros para la salud no son graves por sí mismos. Sin embargo, se descompone fácilmente para liberar gas de dióxido de azufre, que es tóxico. Además, forma ácido sulfúrico cuando se expone al aire, que es un ácido tóxico, fuerte y corrosivo. Por lo tanto, la inhalación, la ingestión o el contacto de la piel con ácido sulfuroso pueden causar quemaduras graves, lesiones oculares y problemas respiratorios.