El amoníaco, también llamado azano o trihidruro de nitrógeno, es la base inorgánica más simple y una fuente importante de nitrógeno para muchas aplicaciones.
La molécula de amoníaco tiene una forma piramidal trigonal, con nitrógeno conectado a los tres átomos de hidrógeno. El átomo de nitrógeno tiene un par de electrones solitarios, lo que hace que el amoníaco sea una base.
El amoníaco se produce de forma natural en el cuerpo y es secretado por los riñones para neutralizar el exceso de ácido. También se encuentra en pequeñas cantidades en el agua de lluvia, áreas volcánicas e incluso en la atmósfera.
El amoníaco es el precursor de varios compuestos nitrogenados importantes, como urea, aminoácidos, fenol, acrilonitrilo, cianuro de hidrógeno, carbonato de sodio, ácido nítrico y muchos otros. También se utiliza para la producción de fertilizantes, polímeros, fibras sintéticas (nailon, rayón), explosivos (TNT, nitroglicerina), agentes de limpieza y refrigerantes.
Aunque está ampliamente disponible en la naturaleza y se usa para muchos propósitos domésticos, el amoníaco se considera tóxico por inhalación. Los vapores de NH3 tienen un olor fuerte y penetrante que puede irritar gravemente los ojos, la nariz, las membranas mucosas y la piel, y dañar el tracto respiratorio. En altas concentraciones, la exposición al gas amoniaco puede causar daño pulmonar permanente y la muerte.