El dióxido de cloro es un compuesto inorgánico utilizado en la desinfección del agua potable y en el proceso de fabricación del papel.
El dióxido de cloro se prepara a través de diferentes métodos. Por ejemplo, a partir de la reacción de cloro y clorito de sodio o por reacción de clorato de sodio, ácido sulfúrico y metanol. Otras reacciones incluyen la reacción de clorato de sodio y dióxido de azufre o dióxido de nitrógeno (gas) con clorato de sodio.
El dióxido de cloro se usa ampliamente en todo el mundo en la desinfección del agua para consumo humano debido a las propiedades antibacterianas y antifúngicas. Este óxido también se usa en la mezcla de pulpa de celulosa durante la fabricación de papel.
El dióxido de cloro exhibe importantes características paramagnéticas. Sin embargo, un electrón permanece sobre el átomo de cloro y forma una especie radical. La estructura final de la molécula de dióxido de cloro sigue siendo polémica debido a que los investigadores no han podido identificar la forma en que la densidad electrónica se distribuye a través de la molécula.