El fosfato de hierro II, también conocido como fosfato ferroso, es una sal inorgánica de hierro y es un componente de fertilizantes y herbicidas.
El fosfato de hierro II, similar a otros fosfatos metálicos, se encuentra en muchos minerales. Uno de ellos es el mineral vivianita, en el que se encuentra la forma de hidrato de fosfato ferroso.
Se produce por reacción del hidróxido ferroso con ácido fosfórico, produciendo un precipitado de fosfato ferroso. El fosfato ferroso también se puede producir como un precipitado de la reacción del cloruro ferroso y el fosfato de sodio o potasio.
El fosfato de hierro II se utiliza como componente en los productos agrícolas. Se utiliza en herbicidas y molusquicidas. También se utiliza en recubrimientos para pinturas, telas y otros materiales como la madera. Además, el fosfato de hierro II se utiliza en la industria electrónica como componente para producir baterías en automóviles eléctricos.
El fosfato de hierro II puede causar irritación en los ojos, la piel y las vías respiratorias. Es peligroso si se ingiere o se inhala. No es inflamable.
El fosfato ferroso es un polvo marrón inodoro. Su densidad es de 2,61 g/mL y su punto de fusión es de 180 grados, lo que representa su descomposición. No es soluble en agua pero es soluble en soluciones ácidas.
El fosfato ferroso tiene la capacidad de evitar la oxidación del metal, por lo tanto, se usa agregado al acero o como antioxidante metálico. A diferencia de otros componentes metálicos, tiene una baja conductividad electrónica, sin embargo, esta característica permite su uso para fines electrónicos específicos. También se considera un compuesto termoestable.