El óxido de sodio, también conocido como óxido de disodio, es un compuesto inorgánico utilizado en la fabricación de cerámica y vidrios.
El óxido de sodio se produce principalmente a través de la reacción del hidróxido de sodio con sodio metálico. Alternativamente, se puede producir usando peróxido de sodio o nitrato de sodio en lugar de hidróxido de sodio. Esta reacción produce hidrógeno como producto secundario. Un segundo método es la descomposición térmica de carbonato de sodio hasta 850° C, para producir dióxido de carbono y óxido de sodio.
El óxido de sodio se usa principalmente en la producción de vidrio y cerámica. Además, se utiliza en la producción de adsorbentes y polímeros absorbentes. También se agrega durante la fabricación de algunos productos derivados del petróleo.
El óxido de sodio puede causar graves daños en la piel y los ojos. Es corrosivo para los metales y reacciona violentamente con el agua.
El óxido de sodio es conocido debido a su reacción con el agua que produce hidróxido de sodio. Esta reacción es altamente exotérmica y violenta, y también es la razón para mantener el óxido de sodio fuera del contacto con el agua.
El óxido de sodio se usa en la fabricación de vidrio debido a que puede reaccionar con dióxido de silicio (un componente del vidrio) para formar silicatos que agregan algunas características al material, por ejemplo, elasticidad.