El sulfato, también conocido como ion sulfato, es un anión poliatómico que forma parte de muchas sales utilizadas en gran medida como compuestos químicos o como materia prima en la industria.
El ion sulfato se encuentra en todos los organismos. Particularmente, los microorganismos que viven en condiciones extremas como los que viven en respiraderos térmicos, tienen enzimas especiales para producir energía a través de reacciones redox entre sulfato y otros compuestos orgánicos.
Los sulfatos se utilizan en gran medida en la industria química, como compuestos aislados en forma de sales. Algunos ejemplos incluyen el mineral formado por sulfuro de calcio, sulfato de bario, sulfato de cobre, sulfato de magnesio y otros. Los sulfatos también se usan como fertilizantes y en alimentos y cosméticos para su conservación.
Los efectos sobre la salud del sulfato dependen de la sal formada. En general, las sales de sulfato no son inflamables y son seguras para la salud.
El ion sulfato es altamente estable y en parte esta estabilidad es causada por el efecto de resonancia en su estructura. Aunque hay dos enlaces dobles y dos enlaces simples entre los átomos de oxígeno y el átomo de azufre, el hecho es que todos los enlaces son equivalentes y tienen la misma distancia y carga.