Los dientes de la cebra son adaptados a su dieta herbívora. Tienen dientes más largos y afilados en la parte delantera de la boca, que utilizan para cortar y triturar hojas y hierbas. Los dientes más pequeños y redondos en la parte posterior de la boca se utilizan para masticar y triturar los alimentos.
Las cebras tienen una dentición diferente a la de otros mamíferos herbívoros, como los caballos y los bóvidos. Mientras que estos animales tienen dientes más anchos y planos para triturar los alimentos, las cebras tienen dientes más largos y afilados que les permiten cortar y triturar las hojas y hierbas duras que forman parte de su dieta.
Además, las cebras tienen una dentición continua, lo que significa que sus dientes crecen constantemente para reemplazar los que se desgastan o se pierden. Esto es importante para un animal que come alimentos duros y fibrosos, ya que sus dientes se desgastan rápidamente.
En general, los dientes de la cebra son una adaptación importante a su estilo de vida herbívoro y les permiten obtener la nutrición necesaria para sobrevivir en su hábitat.