Las llamas tienen una dentición similar a la de los humanos y otros mamíferos. Tienen 32 dientes, incluyendo incisivos en la mandíbula superior e inferior, premolares y molares en ambas mandíbulas y una pareja de colmillos en la mandíbula inferior. Los incisivos se utilizan para cortar alimentos y los molares y premolares se utilizan para masticar y triturar alimentos.

Las llamas tienen una dentición completa a la edad de dos años. Los dientes de las llamas se van desgastando a medida que envejecen, lo que puede afectar su capacidad para masticar y triturar alimentos. Por esta razón, es importante que las llamas tengan acceso a una dieta adecuada y a suficiente agua para mantener sus dientes y encías saludables.

Es importante tener en cuenta que los dientes de las llamas también pueden ser afectados por enfermedades, como la caries dental, y pueden requerir tratamiento veterinario. Es recomendable llevar a cabo exámenes dentales regulares para asegurarse de que las llamas tengan una buena salud oral.