Las orcas, también conocidas como ballenas asesinas, son una especie de delfines muy grandes que se caracterizan por tener una dentición impresionante. Los dientes de las orcas son largos, afilados y muy fuertes, lo que les permite cazar y desgarrar a sus presas con facilidad.
Las orcas tienen una dentición completa compuesta por un total de 40-50 dientes, que se distribuyen en ambas mandíbulas. Cada diente mide alrededor de 7,5 centímetros de largo y está diseñado para sostener y desgarrar a la presa. Los dientes de las orcas son tan fuertes que pueden soportar una presión de hasta 50 toneladas por centímetro cuadrado.
Además de su tamaño y fuerza, los dientes de las orcas también están diseñados para ser muy resistentes. Están hechos de una capa externa de esmalte muy duro y un núcleo interno de dentina, lo que los hace resistentes a la rotura y al desgaste. Aunque las orcas se alimentan principalmente de peces y cetáceos, también pueden cazar animales mucho más grandes, como focas y ballenas, gracias a su dentición potente.
Es importante destacar que las orcas son animales muy inteligentes y utilizan una variedad de tácticas para cazar a sus presas, incluyendo trabajar en grupo y usar tácticas de confusión. Además, las orcas tienen una gran capacidad de adaptación y pueden cambiar su dieta y hábitos alimentarios según la disponibilidad de alimentos en su hábitat.