Los koalas tienen una dentición especializada que se adapta a su dieta principal, que consiste en hojas de eucalipto. Sus dientes son pequeños y puntiagudos, y están diseñados para cortar y masticar hojas duras y fibrosas.
Los koalas tienen un total de 26 dientes, con 12 dientes incisivos y 4 molares en cada mandíbula. Los dientes incisivos son largos y afilados, y se usan para cortar y arrancar hojas de los árboles. Los molares son más pequeños y se usan para masticar y triturar las hojas. Los koalas tienen también tres molares superiores y tres inferiores en cada mandíbula. Los dientes de los koalas no son muy grandes en comparación con otros mamíferos, y esto se debe a que las hojas de eucalipto son más fáciles de masticar y digerir que otros alimentos.
Los koalas tienen un ciclo de vida de sus dientes similar al de los humanos. Pierden sus dientes de leche cuando son jóvenes y los reemplazan con dientes permanentes. Sin embargo, los dientes de los koalas no crecen tan grandes como los de los humanos y otros mamíferos, y esto se debe a su dieta exclusiva de hojas de eucalipto. Los koalas también pueden sufrir problemas dentales, como caries y enfermedades periodontales, debido a la acidez y la fibra dura de las hojas de eucalipto.