Los dientes del tiburón toro (Carcharhinus leucas) son afilados y con forma de cúteres, con una longitud promedio de alrededor de 3,5 cm. Están dispuestos en hileras móviles y se renuevan constantemente a medida que se van desgastando o rompiendo. Los dientes del tiburón toro son especialmente útiles para cortar y desgarrar su presa, que suele ser principalmente peces y cefalópodos.
Además, el tiburón toro tiene una mandíbula muy potente, que le permite ejercer una gran fuerza masticatoria. Esto le permite triturar y desmenuzar sus presas con facilidad, incluso aquellas con exoesqueletos duros como los crustáceos.
Los dientes del tiburón toro son también muy prominentes y visibles, lo que les da un aspecto imponente y aterrador. Aunque estos animales son generalmente bastante agresivos y pueden ser peligrosos para los humanos, es importante recordar que los tiburones son una parte esencial de los ecosistemas marinos y desempeñan un papel vital en la cadena alimenticia.