Sierra Nevada es el macizo más elevado de la península Ibérica, en el núcleo de la cordillera Penibética, la más meridional de las Béticas.
Las formas pesadas y redondeadas de las pizarras y los esquistos cristalinos del eje no impiden que se drecen los gigantes peninsulares (Mulhacén, 3.478 metros; Veleta, 3.392 metros; Alcazaba, 3.366 metros).
La altitud desciende rápidamente cuando se pasa lateralmente de los materiales paleozoicos a los triásicos, también esquistosos, y vuelve a ascender con el triásico calcáreo de la periferia, que se mantiene en una altitud de 2.500 a 2.000 metros hasta llegar cerca de los valles que rodean el macizo de los ríos Genil y Guadiana Menor (afluentes del Guadalquivir), Gérgal y Andarax, su colector, y Cádiar y Lecrín, que forman el Guadalfeo. Estos ríos se alimentan de las nieves de Sierra Nevada, que origina los contrastes más brutales de la Península Ibérica al pasar en 30 kilómetros al noreste de altitudes alpinas (3.000 metros) en mar (pendiente medio de un 10%) y en 25 kilómetros sureste-noroeste de la Veleta en Granada (2.700 metros de desnivel).