Características del Pedraforca

El Pedraforca es una montaña de las Sierras Interiores de los Prepirineos, que arranca del Cadí en dirección suroeste, entre los municipios de Gósol y Saldes (Berguedà), Cataluña.

Es un pedúnculo de 2,4 kilómetros de largo, que de la Roca Roja (2.038 metros de altitud), tiene como hitos los collados del Teuler (2.081 metros) y del Verdet (2.256 metros) y el Pollegó Superior, con tres picos: la cima Norte (2.476 metros), el Pollegó (2.506 metros) y el Calderer (2.496 metros). Al sur, la Enforcadura, que originó el nombre de la montaña (2.356 metros de altitud), sirve de tráfico en el Pollegó Inferior (2.444 metros). A levante, el Pollegó Superior se prolonga hasta el pico de los Cabirols (2.442 metros).

Esta montaña, que separa las cabeceras del Llobregat (río de Gresolet) y el Cardener (agua de Valls), está constituida por un contrafuerte mesozoico considerado por algunos un manto de corrimiento, formado por calizas cretáceas flanqueadas de margas triásicas y materiales jurásicos, que cabalga sobre las margas y las calizas eocénicas. Este enclave está indicado por una falla considerable, de 600 a 800 metros de desnivel, que forma la pared norte del Pedraforca, quizás el terreno de escalada más impresionante de Cataluña.

Características del Pedraforca

La aridez del relieve, suavizada hasta 2.000-2.100 metros por la vegetación arbórea (bosque de Gresolet, en la umbría del mismo nombre, constituido por pinos rojos, con rodales de hayas y abetos), se explica por el origen eocénico del relieve, fosilizado a continuación por masas de conglomerados montserratinos. Al desmantelarles la erosión cuaternaria, ha quedado al descubierto un relieve más enérgico que los erosionados desde el plegamiento de las calizas.

La escalada de la pared norte, iniciada en 1922 por Ll. Estasen (a quien ha sido dedicado el refugio construido en 1949 en la plaza de Els Prats, en el noreste de la pared), fue coronada en los sectores más difíciles a partir de las ascensiones de Pany-Ferrera (1941) y de Anglada-Guillamon (1958). Por su configuración, el Pedraforca se ha convertido en uno de los puntos más interesantes para los escaladores catalanes.

En 1982 esta zona fue declarada por el Parlamento de Cataluña, paraje natural de interés nacional, para preservarla de las actividades mineras (extracción de carbón).