Características del río Llobregat

El Llobregat es un río de Cataluña que nace en el Pirineo Oriental y desagua directamente en el Mediterráneo.

Nace en las fuentes del Llobregat, en fuertes resurgencias en calizas paleozoicas en Castellar de n’Hug. Tiene una cuenca vertiente de 5.110 km2, un curso norte-sur de 170 km y finaliza en el Prat de Llobregat (Baix Llobregat), 5 km al sur de Barcelona.

Su trazado es esencialmente epigénico, ya que atraviesa sucesivamente el surco prepirenaico, el solapamiento del Alt Berguedà, el Vallès y la Cordillera Litoral, lo que hace que se engorde en Cercs, en el desfiladero del Cairat (entre Monistrol de Montserrat y la Puda) y en Martorell. De las fuentes hasta La Pobla de Lillet sigue los estratos secundarios y terciarios, a favor de su inclinación; se orienta después a poniente, al surco prepirenaico, donde recoge el Arija por la izquierda y el Bastareny por la derecha, y lo abandona en Guardiola de Berguedà, al atravesar el monte calcáreo encabalgado del Alt Berguedà por el estrecho desfiladero de Fígols (municipios de Cercs y la Nou), donde recibe, todavía, el río de Saldes, procedente del Pedraforca.

Características del río Llobregat

Entra en la Depresión Central, cortando los conglomerados postpirenaicos en un desfiladero donde actualmente está el pantano de la Baells. En terreno mucho más llano, atraviesa una serie de poblaciones y colonias fabriles: Gironella, Puig-reig, Navars, Balsareny, Sallent (con explotaciones potásicas), Navarcles, Puente de Vilomara, Castellgalí (donde recibe el Cardener), San Vicente de Castellet y Monistrol de Montserrat. En la Depresión ha recibido, entre otras, las rieras de Merlès, Gavarresa y de Calders. En Monistrol inicia un enorme cañón por el extremo oriental de Montserrat, que acaba en la Puda, y se abre a la depresión del Vallès y del Penedès, que atraviesa por Olesa de Montserrat, hasta Martorell, donde, después de haber recibido el Anoia, pasa bajo el puente del Diablo. Pocos kilómetros después recibe la riera de Rubí y franquea el último desfiladero. Finalmente, ensancha el valle y da lugar a la llanura del delta, de gran densidad demográfica, agrícola y fabril.

El Llobregat dio vida al proceso de industrialización de Cataluña desde principios del siglo XIX.