Como la mayoría de los profesionales médicos y podólogos le dirán, los talones agrietados pueden ocurrir por miles de razones.
Desde una cantidad insuficiente de humedad en su cuerpo hasta una mala elección de calzado, existe una amplia gama de problemas que podrían estar afectándole. Conocer las causas no solo lo ayudará a comprender mejor la condición, sino que también evitará que se formen fisuras en la primera fase.
Así que eche un vistazo a su rutina y vea si puede identificar las causas del problema. Incluso puede encontrar que el problema desaparece después de una ligera alteración de su hábito actual.
Falta de humedad
Esta es la causa más común de los talones agrietados. Dado que la piel alrededor del área del talón tiene un número sustancialmente menor de glándulas sudoríparas, es naturalmente seca, áspera y se agrieta fácilmente. La grasa generalmente es compatible con la piel y evita que la suela se seque por completo.
Presión
¿Pasas la mayor parte del día (o la noche) de pie? Estar de pie durante horas o ejerciendo presión y peso en los pies de manera consistente también se sabe que causa grietas y fisuras.
Envejecimiento de la piel
La piel pierde elasticidad con la edad. Como resultado, la piel se vuelve más gruesa, escamosa y más propensa a mayores incidencias de grietas.
Higiene
A veces, estas fisuras son causadas por los callos y la acumulación de células muertas. No cuidar la higiene y la limpieza adecuada puede llevar a unos tacones muy agrietados.
Agua
El agua caliente, en particular, es famosa por despojarla de sus aceites naturales y su humedad. Pasar demasiado tiempo en áreas húmedas o mojadas, como baños, piscinas, saunas, jacuzzis y playas, puede causar grietas en el talón y fomentar la infección.
Calzado mal ajustado
Un par de zapatos mal ajustados puede causar más que unos pocos dolores y ampollas. Demasiado roce puede hacer que se desarrollen grietas. Del mismo modo, las sandalias abiertas permiten que el talón se expanda y se agriete.
Causas médicas
Incluyen deficiencias de vitaminas, psoriasis, obesidad, queratodermia palmoplantar, infección por hongos, embarazo, genética, entre otros. Los jabones fuertes y las cremas para los pies también son responsables de absorber la humedad de los pies y dejarlos expuestos a las grietas.