El sistema social en Mesopotamia, una región histórica que se encuentra en lo que hoy es Irak, fue altamente jerarquizado. La sociedad estaba dividida en tres clases: los nobles, los artesanos y los campesinos. Los nobles eran los líderes políticos y religiosos, mientras que los artesanos eran los comerciantes y los trabajadores especializados, y los campesinos eran los agricultores.
Los reyes y los gobernantes eran considerados como seres divinos y tenían un gran poder sobre la sociedad. Sin embargo, también había un sistema de leyes y juicios para regular la conducta de las personas.
La economía de Mesopotamia se basaba en la agricultura y la ganadería. Los campesinos cultivaban cereales, frutas y vegetales, mientras que los pastores cuidaban de los rebaños de animales. Los artesanos se especializaban en la producción de cerámica, metales, textiles y otros bienes.
La religión jugaba un papel importante en la vida cotidiana de los mesopotámicos. Adoraban a varios dioses y diosas, cada uno de los cuales tenía un papel específico en la mitología y el culto. Los templos eran centros importantes de la religión y el comercio.
En resumen, la sociedad mesopotámica era altamente jerarquizada, con un sistema de clases claramente definido. La economía se basaba en la agricultura y la ganadería, y la religión desempeñaba un papel importante en la vida cotidiana.