La economía de Mesopotamia se basaba en la agricultura y la ganadería, y era una economía de subsistencia. Los campesinos cultivaban principalmente cereales, como el trigo y la cebada, así como vegetales y frutas. También criaban ganado, como vacas, ovejas y cabras, para el consumo de carne y leche.

La agricultura y la ganadería eran las principales actividades económicas, pero también había una cierta cantidad de artesanía y comercio. Los artesanos producían objetos de cerámica, metales, telas y otros materiales, y los comerciantes intercambiaban estos productos con otros pueblos.

En las ciudades, había una clase social de comerciantes y artesanos independientes, pero la mayoría de la población era campesina y trabajaba en la agricultura. Los templos y los palacios eran los principales propietarios de tierras y recolectaban impuestos y tributos de los campesinos.

En resumen, la economía de Mesopotamia era principalmente agrícola y ganadera, con una cierta cantidad de artesanía y comercio. Era una economía de subsistencia en la que los templos y los palacios eran los principales propietarios de tierras y recolectaban tributos de los campesinos.