La escultura en Mesopotamia se caracteriza por ser principalmente de arcilla, aunque también se encuentran ejemplos en piedra y metal. Los temas principales son religiosos y mitológicos, y suelen representar a dioses y reyes. Los dioses a menudo se representan con cuerpos humanos y cabezas animales, mientras que los reyes a menudo se representan sentados en tronos con atributos divinos. También se encuentran esculturas de seres mitológicos y animales. A menudo, estas esculturas se colocaban en templos y palacios para veneración o para mostrar el poder del rey. La escultura en Mesopotamia también se caracteriza por ser muy decorativa y ornamental, con un gran uso de relieves y esculturas en relieve.