A pesar de ser hermafroditas (lo que significa que poseen órganos reproductores masculinos y femeninos), los caracoles tienen que aparearse con otro caracol para fertilizar sus huevos.
Hasta un mes después del apareamiento, los caracoles ponen pequeños huevos blancos en una madriguera en el suelo o en una hoja cubierta, que eclosionan después de un par de semanas. Los recién nacidos pueden tardar hasta dos años en llegar a la edad adulta.
Hoy en día, los caracoles están prosperando en algunas partes del mundo pero están sufriendo en otras. Esto puede deberse a una serie de razones que incluyen la contaminación, la pérdida de hábitat o los cambios en la cadena alimentaria nativa.