El Barroco es un estilo arquitectónico que se desarrolló en Europa a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII y se caracteriza por la exageración, el ornato y la opulencia. Algunas de las características más destacadas de la arquitectura barroca son:
Curvas pronunciadas y formas dramáticas: las fachadas de los edificios barrocos suelen tener curvas pronunciadas y formas dramáticas, como arcos, columnas y balcones prominentes.
Decoración excesiva: los edificios barrocos están cargados de decoración, con elementos tallados y dorados en mármol, piedra y metal.
Uso del color: los edificios barrocos suelen tener una paleta de colores vivos y atractivos, con el uso de rojo, azul, verde y amarillo.
Perspectiva y simetría: la arquitectura barroca suele jugar con la perspectiva y la simetría para crear un efecto visual impactante.
Uso de elementos escultóricos: los edificios barrocos suelen tener elementos escultóricos, como estatuas y relieves, en sus fachadas y en su interior.